LA HERMOSA COLUMNA CON FONTANA EN LA PLAZA DE SANTA MARÍA LA MAYOR

 

Vieja imagen fotográfica de la Piazza S. Maria Maggiore con un fotógrafo y una carreta en ella. Se observa la columna y, atrás, el imponente templo. Fuente imagen: Zeno.org.

Coordenadas: 41°53'49.39"N 12°29'57.62"E

La Plaza de Santa María la Mayor (Piazza S. Maria Maggiore), se encuentra enfrente del magnífico templo del mismo nombre, una de las cuatro basílicas papales de Roma y la que más rasgos originarios paleocristianos ha conservado, según señalan las guías de la ciudad.

La plaza corresponde a una gran explanada dura situada entre la calle de la plaza misma, la Vía Merulana y la Vía Carlo Alberto, en el barrio del monte Esquilino. Este lado de la ciudad destaca por una enorme concentración de históricos edificios religiosos, entre los que se encuentran los templos de San Lorenzo en Panisperna, de Santa Pudenziana y Santa Prassede, este último muy cercano a la gran basílica.

Destaca en ella una gran columna de mármol de 14,30 metros, situada de cara a la fachada del templo, de orden corintio estriado. En su cúspide, sobre el capitel, se eleva una estatua de la Virgen con el Niño Jesús; y en la base, se encuentra una fuente de aguas, cuyo buen tamaño palidece a la sombra del resto del conjunto. Algunas fuentes la llaman también la Columna de la Paz.

Grabado de Giuseppe Vasi publicado en 1753, con el aspecto de la plaza, la columna y el templo luego de las modificaciones que ordenara el Papa Benedicto XVI, diez años antes.

La Basílica de Santa María la Mayor, la columna y la plaza, en cuadro al óleo de Rudolf von Alt, hecho en 1837. Fuente imagen: Wikiart.org.

Otra imagen fotográfica antigua de la plaza. Destacan el templo, la columna de nuestro interés y, a la izquierda, la Columna de la Abjuración ya retirada de este sitio. Fuente imagen: Ilcantooscuro.wordpress.com.

Nuestra Señora de la Salus Populi Romani, icono religioso albergado dentro de la Basílica de Santa María la Mayor, que sirvió para la representación mariana en la cúspide de la columna de la plaza.

La columna de este gran monumento es de origen romano imperial, probablemente del siglo IV, pues originalmente pertenecía a la extraordinaria Basílica de Massenzio, en el sector de la antigua Colle della Velia, dentro del complejo del Foro Romano (identificado como el Campo Vaccino, en la época). Corresponde a uno de los pilares mármol que estaban en los arranques de las bóvedas sosteniendo las altas estructuras, todos ellos desaparecidos ya de aquel sitio, a causa de las destrucciones, los saqueos y los terremotos.

Así pues, la columna de la plaza es la única que quedaba en buen estado dentro de las ruinas de dicha basílica conocida como el "Templo de la Paz", en alguna época, nombre que parece tener relación con el que dijimos recibe a veces el monumento. Milagrosamente conservada en una sola pieza, el Papa Pablo V la hizo desmontar desde el Foro para llevarla hasta la plaza de Santa María la Mayor, en 1613, aunque parece que un proyecto de mejorar esta explanada frente a la Basílica ya existía desde los tiempos de Clemente VIII.

Se cuenta que debieron ser usados 60 caballos para arrastrarla hasta su definitiva ubicación en la ciudad, realizándose los trabajos de levantamiento con mucha prisa. A pesar de la premura, sólo un accidente ocurriría durante aquellas jornadas, cuando un miembro de la guardia suiza cayó de un andamio, aunque sin heridas mortales. De hecho, el pontífice quedó complacido con la eficiencia de los trabajadores que les extendió satisfactorios premios y aguinaldos.

La enorme columna quedó levantada en la plaza romana al año siguiente, con diseños de pedestal y de decoración de Carlo Maderno, encargado de volver a erigir la enorme pieza. Fue una tarea demandante de esfuerzo y contra el tiempo, nada fácil, pero Maderno se basó en trabajos ingenieriles anteriores de elevaciones de obeliscos en Roma, pudiendo dejarla erguida hacia abril de 1614. Por sus períodos de trabajos en ella, su aspecto ofrece desde entonces elementos más románicos y originales con otros barrocos, correspondientes a las obras del siglo XVIII.

La Virgen en la cima de la estructura fue colocada en julio de 1614, ni bien concluyó la elevación de la columna con su reforzamiento correspondiente, y también por solicitud de Pablo V. Se trata de una obra de Guillaume Berthélot, con participación del escultor Orazio Censore en su producción.

 

Esta figura corresponde a una representación en bronce del antiquísimo icono bizantino que está en la Capilla Paulina de la misma Basílica de Santa María la Mayor, conocida como la imagen protectora de Nuestra Señora de la Salus Populi Romani (Salud del Pueblo Romano o Salvación del Pueblo Romano), por adjudicársele el milagro de haber combatido y neutralizado la ola de peste que atacó a la ciudad a fines del siglo VI, luego que el Papa Gregorio ordenara sacarla en procesión rogando su intervención divina. Dicho icono original tiene unos dos mil años y la tradición dice que fue pintado por San Lucas el Evangelista, sobre un trozo de madera de la mesa usada en la Última Cena de Jesús y sus discípulos.

La razón del Papa para ofrecer este enorme monumento a la Virgen, está explicada en las inscripciones del mismo: "Porque el príncipe que da la paz verdadera vino desde su vientre".

Su bloque de soporte, de mármol y travertino, donde están las señaladas inscripciones, destaca también por la presencia de una fuente de aguas con escalinatas en graderías, donde invariablemente hay turistas sentados durante prácticamente todo el día, pues éste es uno de los sitios más concurridos y visitados en tal sector de la ciudad, además de un inconfundible punto de encuentro.

Alimentada por aguas del Acueducto Felice, esta fontana de taza elíptica fue construida por Maderno con asistencia del arquitecto Giuseppe de'Vecchi, extendiéndose los trabajos hasta 1615. Además de esta razón técnica para su ubicación, la fuente con columna fue levantada allí buscando equilibrar la presencia del gran Obelisco Esquilino, instalado por Domenico Fontana, en el otro extremo de la Vïa Merulana y de la Basílica, enfrente de su ábside por la Vía Cavour.

 

La misma base descrita está custodiada por gárgolas con aspecto de grifos y dragones metálicos, echados en los vértices y sobre inscripciones en las cuatro caras del mismo. Éstas serían figuras inspiradas en el escudo del Papa Paulo V (familia Borghese), el segundo gran homenajeado por este monumento después de la Virgen.

Sin embargo, los dragones y águilas originales estaban en la fuente y eran de piedra, habiendo sido eliminadas en alguna época entre los siglos  XVIII y XIX, desapareciendo también contornos abalaustrados del conjunto, quizás durante las aperturas de las calzadas de calles adyacentes. Lo que vemos hoy de esta fuente es mucho más sencillo que antaño, por consiguiente.

El viajero y jurista francés Charles de Brosses tuvo ocasión de ver y describir esta columna en 1739, hallándose de visita en Roma. Además de confesar su enorme admiración por la obra, reporta un dato interesante: la caída de un rayo en lo alto de la misma, que habría dañado una de las puntas de hojas de acanto que se observan en el capitel. Otro que la contempló fascinado fue el escritor estadounidense Mark Twain, durante una visita a Italia en 1867. Varios otros viajeros célebres pudieron conocerla en aquella época, como Francisco de Paula Mellado, Filomeno Borrero y Servando Teresa de Mier.

Cabe añadir que la Plaza de Santa María la Mayor, en su extremo tras la columna, tuvo antes un curioso poste llamado Columna de la Abjuración (Columna dell'Abiura), con forma de cañón cónico y rematado por una cruz. Se ubicaba enfrente del Hospital de San Antonio del Fuego, en un sector que ahora atraviesa la Vía Carlo Alberto, y era parte de las obras ordenadas por Clemente VIII en 1596, para celebrar las victorias católicas de París, al final de la guerra protestantes en Francia.

Tras caer en decadencia, este otro monumento de la plaza fue trasladado y rearmado en un patio interior de la Basílica de Santa María la Mayor, por lo que hoy sólo se eleva en la explanada, altiva y soberbia, la Columna de la Santa María con el Niño con su larguísima historia de presencia y transformación en Roma.

Comentarios

Entradas populares de este blog

EL RINOCERONTE DE ALBERTO DURERO: UNA REALIDAD QUE SE CONVIRTIÓ EN ERROR Y UN ERROR QUE SE CONVIRTIÓ EN REALIDAD

UN POCO DE LUZ SOBRE LA ESCALERA DE GIUSEPPE MOMO EN LOS MUSEOS VATICANOS

UN PASEO POR EL ATRIUM VESTAE EN EL FORO ROMANO: EL TEMPLO DE VESTA, LA REGIA Y LA CASA DE LAS VESTALES