SANTA MARÍA IN MONTESANTO Y SANTA MARÍA DEI MIRACOLI: LAS 'IGLESIAS GEMELAS' DE LA PIAZZA DEL POPOLO

 

Piazza del Popolo, obelisco y ambas iglesias en 1750, en pintura de Hendrik Frans van Lint. Aún no se construía el "óvalo" de la plaza, que se ve rodeada de otros edificios.

Coordenadas: 41°54'35.51"N 12°28'37.13"E (Iglesia de Santa María in Montesanto)
Coordenadas: 41°54'35.22"N 12°28'35.23"E (Iglesia de Santa María dei Miracoli)

Dos iglesias que aparentan ser una el espejo de la otra y viceversa, marcan el arranque del conocido "tridente" de la Piazza del Popolo en Roma, formando sus vértices centrales en la Via del Corso y, a sus costados, la Via del Babuino y la Via di Ripetta. Miradas hacia el Sur desde el lugar del Obelisco Flaminio de Ramsés II, situado al centro de la plaza, ambas iglesias lucen iguales, aunque la observación de los detalles permite percibir las diferencias entre ambos edificios religiosos, que están entre los más conocidos de los miles que hay en esta ciudad.

Fotografías de vista aérea revelan otros aspectos sobre las diferencias que no se advierten a primera vista entre ambas iglesias. Son, acaso, como reflejos de sí mismas: representación de "dobles astrales", una de la otra, y cuales símbolos de advocaciones de una misma Virgen María a la que están consagradas cada una. Por eso, quizás, su extraña competencia entre grandes semejanzas formales contra pequeñas pero definitivas diferencias en su arquitectura y diseños.

Las llamadas "iglesias gemelas", ambas son obras barrocas nacidas contemporáneamente: la de Santa María in Montesanto en la punta de diamante a la izquierda y la de Santa María dei Miracoli en la punta de la derecha. Las dos obras fueron iniciadas por el célebre arquitecto Carlo Rainaldi (1611-1691), y con las etapas de conclusión terminadas por sus colegas Gian Lorenzo Bernini (1598-1680) y Carlo Fontana (1638-1714). Si bien presentan asimetrías en sus individualidades como unidad, el parecido de ambas incluye la sensación de simetría o "reflejo" de cada una con respecto a la otra, separadas sólo por la turística Via del Corso.

El origen de ambos templos se remonta a la decisión del Papa Alejandro VII de colocarlos en los vértices del "tridente" de las mencionadas vías para darle uniformidad a lo que eran entonces la plaza, durante la remodelación que abrió el acceso a este lugar frente a la Puerta Norte del Muro Aureliano y la Via Flamimia, en el siglo XVII. El terreno escogido era el de un área trapezoidal en las aperturas de la Via Paolina (hoy del Babuino), la Via Lata (del Corso) y la Via Leonina (di Ripetta), donde se distinguían aún por entonces las huellas de dos sepulcros piramidales remontados a la época romana imperial.

Rainaldi estuvo a cargo de planificar todos estos trabajos de modificación urbanística cuando le fueron encargados por el pontífice, en 1661, incluyendo ambos edificios. Ese mismo año proyectó los planos y esbozó las primeras imágenes de los edificios similares que iban a ser levantados. El grueso del costo de ambas obras sería financiado por el  cardenal Girolamo Gastaldi, razón por la que se le rinde homenaje en las figuras religiosas de los edificios, hallándose su cripta en uno de ellos.

Ilustración de Carlo Rainaldi de 1661, con su proyecto de ambas iglesias solicitado por Alejandro XII. Al centro, el obelisco egipcio de la Piazza del Popolo. Se observa la similitud que originalmente se proyectó para ambos edificios.

La Piazza del Popolo, obelisco y las "iglesias gemelas" en grabado de Gianbattista Piranesi, hacia 1770. La pendiente de la plaza está un poco exagerada con relación a cómo es realmente el terreno, al igual que la distancia entre ambas.

Las "iglesias gemelas" hoy, vistas desde el pie del obelisco. De izquierda a derecha, las bordean la Via del Babuino, la Via del Corso y la Via di Repetto.

IGLESIA DE SANTA MARÍA IN MONTESANTO

Este templo, el de la izquierda si se mira a ambos de frente, fue levantado justo en la esquina aguzada de la Via del Babuino con la Via del Corso, de cara a la Piazza del Popolo. Existía allí antes un pequeño templito o capilla con el mismo nombre, según constaría en algunos registros de la época. Las obras se iniciaron con los planos de Rainaldi colocando la primera piedra en julio de 1662 por Monseñor Jerome Castaldi, bajo auspicios del Cardenal Gastaldi. Sin embargo, la construcción debió ser suspendida en 1667 y retomada en 1673 con participación protagónica de Fontana en el proyecto.

Bernini también revisó los planos de la obra, creyéndose que serían diseños suyos las estatuas que decoran el exterior del templo, si bien se sabe que en ellas participaron varios artistas como Francesco Fontana y Lázaro Morelli. Y aunque fue Fontana quien la concluyó, el aporte de Bernini estaría en haber solucionado, hacia 1674, ciertos problemas que presentaba el proyecto por la situación del terreno y modificando la cúpula con el aspecto que actualmente tiene. Así, la etapa principal se concluye en 1675, número que aparece en una inscripción sobre el acceso, el mismo año en que se inicia la obra de la iglesia vecina. De todos modos, los trabajos de terminaciones y adiciones de Santa María di Montesanto se prolongarían hasta 1678 ó 1679, como sucedió con el pavimento y embaldosado diseñados por Rainaldi.

Consta el templo de una planta elíptica, con una cúpula en dodecágono y entrada monumental de columnas y frontón, con pilastras en los costados. Interiormente, es una nave circular con altares-capillas por el entorno. Una girona abre espacio para el altar mayor, con una imagen de la Virgen de Montesanto del siglo XVI, y para el presbiterio finamente decorado con estucados de ángeles hechos por Filippo Carcani. Sus trabajos de estuco artístico fueron ejecutados casi al final, bajo dirección de Mattía d'Rossi. Allí se alberga también un retablo de la Virgen de Montesanto del siglo XV que, según la tradición, fue obra de una niña de 11 años. La sacristía consta de una bóveda donde destacan frescos de ángeles y las llamadas Armas de Cristo, además del retablo "El Descendimiento" ejecutado por Biagio Puccini, según se cree. En el pasado este espacio ostentaba frescos del artista Giovanni Battista Gaulli, conocido como Baciccia.

El campanario que da hacia la Via del Corso le fue agregado en 1761, obra de Francisco Navone. Y en 1825, mismo año en que la iglesia fue elevada a rango de basílica menor, el Papa León XII hizo cubrir la cúpula con tejado de azulejos de pizarra. En tiempos posteriores, ya en el siglo XX, se agregaron las estatuas angelicales de Guelfo Bianchini sobre el altar.

Destacan entre las capillas la de Santa Lucía de Siracusa y una de Santa María Magdalena de Pazzi, diseñadas por Rainaldi. Las pinturas del techo y del retablo "El Milagro del Santo" fueron hechas hacia 1685 por el artista Ludovico Gimignani. También se observa a este mismo lado la llamada Capilla Montioni, de la familia del mismo apellido encargada a Tommaso Mattei, alumno de Fontana, donde se observa un retablo de la Virgen con el Niño Jesús, además de una representación de San Francisco y San Jacobo, hechas por el año 1687 por Carlo Maratta. El fresco "La Asunción", en tanto, es de Giuseppe Chiari. La Capilla del Santísimo Crucifijo, con la imagen de la cruz de madera de la segunda mitad del siglo XVII, es obra de arquitectura de Alessandro Cessani ejecutada en 1667, pasando por los patronatos de las familias Rossi, luego Olivati y después Pierantoni. Esta capilla, con estucos artísticos de Pietro Papaleo, tuvo alguna vez un cuadro de Salvador Rosa, comprado en 1802 por el Príncipe de Salerno para la Pinacoteca Partenopea, actualmente en el Museé de Condé at Chantilly, siendo reemplazada en 1822 por óleos de Ludovico Ventuni y Ferdinando Cavalleri que aún existen.

El templo lleva este nombre tomado en alusión a una pequeña iglesia carmelita de Sicilia con similar título, homenajeando a la Virgen del Carmen o Santa María del Monte Carmelo. El nombre Montesanto, a su vez, alude al Monte Carmelo de Israel, por la misma razón. Sin embargo, popularmente algunos conocen a este templo como la Iglesia de los Artistas debido a que, en 1953, Monseñor Ennio Francia estableció una tradicional ceremonia conocida como la Misa de los Artistas, en los domingos de un período iniciado entre el último domingo de octubre hasta el 29 de junio, encuentro en el que se hacen lecturas y se toca música en vivo y coros.

En cuanto a su valor dentro de la historia eclesiástica romana, se destaca de esta iglesia el haber sido el lugar donde Ángelo Giuseppe Roncalli, el futuro Papa Juan XXIII, fue ordenado en el sacerdocio por el Patriarca de Constantinopla, padre Giuseppe Ceppetelli, el 10 de agosto de 1904.

IGLESIA DE SANTA MARÍA DEI MIRACOLI

No bien terminaron la obra gruesa de la Iglesia de Santa María di Montesanto, en 1675, comenzaron las obras de la "gemela" Santa María dei Miracoli, ubicada a la derecha entre Via del Corso y Via di Rippeta, también concebida por diseños de Rainaldi y ejecutada principalmente por Fontana bajo supervisión de Bernini. Ocupó un lugar que anteriormente usaba una menor: la pequeña Iglesia de Santa Úrsula de Piazza del Popolo. También fue financiado el trabajo por el Cardenal Gastaldi, que sería sepultado en este mismo templo.

Al parecer, las obras gruesas se cumplieron en 1678, pero las terminaciones se extendieron hasta 1681. En este caso, se concluyó en una iglesia de cúpula octogonal diseñada por Fontana sobre planta de rotonda, aunque también con entrada monumental de cuatro columnas de influencia dórica y frontón. La lámpara de Fontana rematando la cúpula, tiene diferencias con la que se instaló en la iglesia vecina de Santa Maria di Montesanto. El campanario, enfrentado al de la "gemela" revela sus propias diferencias, siendo también una adición posterior, del siglo XVIII, en este caso obra de  Girolamo Theodoli. Las estatuas de santos franciscanos que están en lo alto son obras ejecutadas entre 1676 y 1677, atribuidas a Lazzaro Morelli, Filippo Carcani, Ercole Ferrata, Cosimo Fancelli y Michele Maille.

Interiormente, la iglesia también es una planta circular rodeada de capillas y con espacio cóncavo para el altar principal y el presbiterio, más profundo que el caso del templo vecino. La imagen de la Virgen María de los Milagros está atrás del altar. Los estucos artísticos son obra de  Antonio Raggi, alumno de Bernini. Los monumentos funerarios que recuerdan a los Cardenales Girolamo y Benedetto Gastaldi son diseños del propio Fontana, y los bustos de bronce fueron un trabajo concluido por Girolamo Lucenti.

De las capillas, cuyos tamaños son menos regulares que en la otra iglesia, destacan la de Nuestra Señora de Betharram, patrona de un santuario cercano a la localidad de Lourdes, y el de San Antonio, diseñado por Fontana y donde se puede observar un cuadro de la Virgen con el Niño, San Antonio de Padua y el Abate Antonio, del artista Henry Guascard, además de una representación mortuoria de Santa Cándida donde se albergan reliquias traídas desde las Catacumbas de Santa Priscilla, en 1761, y un monumento escultórico fúnebre de mármol para Antonio d'Este, alumno del escultor Antonio Canova. La Capilla del Rosario, por su parte, conserva entre sus mamposterías de mármol y sus frescos de la escuela romana del siglo XVIII, las reliquias de San Diodoro y un cuadro de la Virgen del siglo XIX, copia del hecho por Sassoferrato en 1643 y que está en la Iglesia de Santa Sabina. Y la Capilla de Nuestra Señora de la Asunción y de San Gregorio de Taumaturgo, obra de Fontana, cobija un cuadro de 1856 traído desde la Iglesia de Santa Clara tras su destrucción. No puede dejar de mencionarse una vitrina con un cristo tallado en madera del artista Pericle Fazzini, trabajo titulado "Crocefisso" y donado por la familia Ciarletta en 1994.

El nombre de la iglesia, alusivo a Santa María de los Milagros retratada tras el altar, se debe a una imagen a la que se le atribuye haber salvado la vida de un niño que se ahogaba en el río Tevere (Tíber) el 20 de julio de 1325, siendo muy venerada hacia 1598 en la Capilla de Santa María Miraculorum, construida en un sector del Muro Aureliano donde está el actual Puente Margherite. Esta imagen fue sustituida por una copia y la original se llevó para su custodia hasta la Iglesia de San Giacomo in Augusta. Sin embargo, a causa de los vahos y hedores del Tevere, en 1661 el Papa Alejandro VII hizo que los sacerdotes franciscanos retiraran la imagen de la capilla junto al río y la trasladaran hasta el templito de Santa Úrsula en Piazza del Popolo, desde donde pasó al actual cuando se construyó la Iglesia de Santa María di Montesanto sobre el mismo sitio que ocupaba.

Desde 1915, la Iglesia de Santa María dei Miracoli está dispuesta al oficio de los sacerdotes de la Sagrada Congregación del Corazón de Jesús de Betharram.

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