UN POCO DE LUZ SOBRE LA ESCALERA DE GIUSEPPE MOMO EN LOS MUSEOS VATICANOS

 

Coordenadas: 41°54'23.62"N 12°27'14.73"E

Hace sólo unos días, específicamente el 5 de diciembre, el sitio web de "El Huffington Post" de la agencia Prisa Noticias de España (huffingtonpost.es) publicó una lista de las más atractivas e interesantes escalas espiral que existen. Bajo el título "¡Qué mareo! Las escaleras de caracol más espectaculares del mundo", aparecen allí la del Ayuntamiento de Londres, del Castillo de Liubliana en Eslovenia, de la Abadía de Melk en Austria, del Museo del Pueblo Gallego en Santiago de Compostela, del Arco del Triunfo en París, de la Basílica de San Esteban en Budapest, de la Quinta da Regaleira en Lisboa, del Palazzo Boncompagni de Bolonia y de la Galería de Arte de Ontario.

Sin embargo, la primera de la lista, correspondiente a la Escalera Monumental de los Museos del Vaticano (ya quedará claro por qué prefiero este nombre), traía apenas esta minúscula reseña:

La escalera helicoidal de los Museos Vaticanos (Ciudad del Vaticano) Esta escalera helicoidal es, sin lugar a dudas, una de las escaleras de caracol más famosas del mundo. Obra de Giuseppe Momo, que se inspiró en Donato Bramante, esta escalera de doble hélice es uno de los grandes tesoros que esconden los Museos Vaticanos.

Quedé un poco resentido con la brevedad de la referencia y, por lo mismo, adelantaré acá una entrada que preparaba sobre esta magnífica escalera vaticana, por la que pasan cientos de visitantes diarios en los museos, especialmente cuando van saliendo por el sector del portal en Viale Vaticano. Tengo fresco aún el recuerdo de esta bella obra, que conocí hace poco más de un mes.

La doble escalera se encuentra al interior de un espacio cilíndrico en el sector central, frente al viejo acceso y por encima de su hall. Es tan interesante a la arquitectura y al diseño de espacios que, según lo que encuentro otro artículo de internet, pudo haber tenido alguna influencia en el aspecto que dio Frank Lloyd Wright al interior del Museo Guggenheim, tanto por el descenso del espiral central como en la cúpula luminaria con dosel octogonal sobre su mismo núcleo abierto.

Curiosamente, esta monumental obra no es con exactitud una escalera, pues carece de una continuidad de escalones propiamente dichos. Más bien es una gran rampa doble en espiral que con sus vueltas recorre unos 5 pisos de altura, con distintos niveles de angulado del piso que van haciendo su extensión pero que sólo en cierto tramo del descenso son tan continuos y cortos como para corresponder a escalones, con peldaños para cada paso.

Hay una gran confusión sobre esta escalera en algunas guías y catálogos patrimoniales de Roma y del Vaticano. Con mucha frecuencia aparece mencionada como la Escalera de Bramante (Scala del Bramante, en italiano), pero esto es una imprecisión que, tal vez a fuerza de repetición e insistencia, ha terminado siendo de aceptación prácticamente general.

La Escalera de Bramante (fuente: wavejourney.com).

La Escalera Monumental de Momo, muy confundida con la anterior.

Resulta pues, que esta escalera fue originalmente diseñada por Giuseppe Momo (como lo señala la reseña citada arriba) y fue construida "recién" entre 1929 y 1932 durante el papado de Pío XI, algo nuevo para una ciudad como Roma, aunque coincide con el importante período en que el Pacto de Letrán dio la Independencia a la Santa Sede al reconocerla como Estado.

La escala fue fabricada para abrir el acceso y tránsito a los niveles superiores tras el pórtico principal de los museos. En todos estos años ha encantado a los visitantes con una abundante exhibición neorrenacentista en sus pretiles de bronce finamente decorados con frisos de molde en los que algunas opiniones ven influencias de art nouveau, parte de la obra en la que habría participado el escultor Antonio Maraini según informan Barbara Jatta en "1929-2009: ottanta anni dello Stato della Città del Vaticano" y Guido Montanari en "Giuseppe Momo ingegnere-architetto". Se la halla exactamente sobre el vestíbulo del acceso mayor (hoy salida) y en cuyo centro se observa una pequeña columna que sirve de pedestal a un jarrón copa de estilo florentino.

Sorprende el maravilloso fundamento matemático de todo su diseño de dos escalas que, ópticamente, al observador le parecen sólo una hasta que se interne por ella pudiendo interactuar con su misterio. Está tan bien concebida que sólo se descubre su dualidad al ver cómo unos visitantes suben mientras otros bajan sin que lleguen a cruzarse sus respectivas rutas. Sólo en los accesos inferiores y superiores se descubre bien el doble espiral al observar el par de accesos a la escala, o mirando desde la parte más alta de la misma para seguir con la vista la línea que forman los pasamanos.

La auténtica Escalera de Bramante, en cambio, es también una de hélice pero con columnas dóricas fabricada de granito y suelo de roca canteada, y se encuentra en otro espacio dentro de los mismos museos, más específicamente en una posición adosada al edificio del Museo Pío-Clementino, por el costado del complejo que da hacia Via Pio X, no muy lejos de la escalera construida por Momo varios siglos después.

A mayor abundamiento, el artista y arquitecto Donato d'Angelo Bramante creó la verdadera escala con su apellido hacia 1512, para habilitar un acceso especial en el Palacio Belvedere levantado por orden de Inocencio VIII, por entonces recientemente fallecido en oscuras circunstancias. La petición y el contrato los hizo el Papa Julio II, para contar con esta cómoda escalera (o más bien dicho, rampa en espiral) que le permitirse a él y a su comitiva ascender en carruaje o caballos hasta sus aposentos y niveles altos del palacio. El mismo pontífice también le había solicitado a Bramante la creación de la nueva Basílica de San Pedro, en 1505, consagrándose como una figura de gran relevancia en la arquitectura religiosa romana.

Sector superior de la Escalera de Momo.

Acercamiento a los pretiles y frisos de la escalera.

El nombre dado a la posterior obra de Momo resulta, entonces, un gran fermento para los errores al ser  impropiamente llamado también como Escalera de Bramante, a pesar de no ser la diseñada por este autor. La confusión quizás se ve aumentada, también, por el hecho de que la auténtica Escalera de Bramante no está abierta al público de manera permanente y sólo a cierta categoría de visitas turísticas guiadas se les permite el acceso a la antigua estructura.

Comúnmente, se explica esta extraña superposición de identidades sugiriendo solamente que la escalera de Momo se basó o inspiró en la de Bramante. Sin embargo, salvo por el espiral que relaciona a ambas, sus supuestas semejanzas podrían ser discutibles. La asociación de ambas debe alcanzar más bien al hecho de que la más nueva reemplazó en uso y funcionalidad a la anterior, allí en el mismo sector de los Museos del Vaticano.

La mal identificada Escalera de Bramante, entonces, no es exactamente escalera (al menos, no totalmente) ni es de Bramante: es la Escalera Monumental de Giuseppe Momo a la que nos referimos, y no otra.

Tras la apertura de la entrada monumental de los museos hacia inicios del actual siglo, el circuito dentro del complejo museológico quedó definido de tal forma que la doble gran escala hoy señala el lugar de la salida hacia Viale Vaticano, dejando de ser el anterior ingreso al mismo recinto.

Quizás haya quienes consideren que la Escala Monumental de Giuseppe Momo pueda ser un caso de "falso histórico" o incluso una impostura, al anudarse su identidad con la vieja Escalera de Bramante. Sin embargo, dejando al lado las confusiones que han surgido por sí solas o que han sido inducidas sobre la misma, esta preciosa obra es, con toda seguridad, uno de los puntos más recordados y característicos de una visita a los Museos de la Ciudad del Vaticano.

Comentarios

  1. Comentarios recuperados desde el primer lugar de publicación de este artículo, en el sitio URBATORIVM:

    Pablo12 de diciembre de 2015, 18:15

    Tuve la suerte de recorrer Roma hace 6 años, y de las cosas "modernas" de la ciudad, una de las que más me gustó fue esta escalera, junto con la estación de trenes.
    Muy buena tu reseña, y acabo de revisar las dos guías turísticas que tengo de Roma: la que compré en un kiosco la nombra como escalera de Bramante, y una oficial que me dieron en el Vaticano, no le pone nombre, pero indica que fue diseñada por Momo.
    Me acuerdo que al llegar abajo por esa escalera, te pasan lo que debes dejar en custodia. Como llegan las cosas desde donde entras a los Museos hasta esa salida, es un misterio.......
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    Juan Herrero13 de enero de 2021, 02:12

    Deslumbrante 👍

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